Nos encontramos en un contexto privilegiado en el que las
oportunidades que tenemos a nuestro alcance son inmejorables para que la
educación superior se beneficie de las múltiples investigaciones que están
demostrando el valor educativo del uso de nuevas herramientas tecnológicas en las
aulas. La continua aparición de aplicaciones y recursos que tenemos a nuestra
disposición nos facilita poder crear contenidos de calidad. Una de estas nuevas
herramientas, sobre la que nos vamos a detener, es la Realidad Aumentada (RA).
"La realidad aumentada es una aplicación interactiva
que combina la realidad con información sintética –tal como imágenes 3D,
sonidos, videos, texto, sensaciones táctiles– en tiempo real y de acuerdo al
punto de vista del usuario. Según el tipo de aplicación será el dispositivo de
visualización adecuado a la misma. En particular las aplicaciones de realidad
aumentada pueden utilizar diferentes dispositivos de visualización según sea el
tipo de aplicación: monitor, proyector, dispositivos de visualización
específicos de realidad aumentada como son las gafas de video “see-through”1 y
las gafas de óptica “see-through”, o dispositivos móviles- en inglés “hand
held”, como los teléfonos celulares de última generación", María José
Abásolo (2011, p. 59)
La aplicación de la RA en educación (en cualquier nivel)
está en su etapa inicial en nuestro país y debe ser considerada una tecnología
emergente, en el sentido en el que la define Veletsianos (2010), citado por
Adell y Castañeda (2012):
"Las tecnologías emergentes son herramientas,
conceptos, innovaciones y avances utilizados en diversos contextos educativos
al servicio de diversos propósitos relacionados con la educación. Además,
propongo que las tecnologías emergentes (“nuevas” y “viejas”) son organismos en
evolución que experimentan ciclos de sobreexpectación y, al tiempo que son
potencialmente disruptivas, todavía no han sido completamente comprendidas ni
tampoco suficientemente investigadas" (p. 16).
RA en la educación
Las prácticas educativas apoyadas en RA favorecen una
enseñanza activa por parte del alumno, puesto que es él quien controla el
proceso de aprendizaje al tomar la decisión de cuando necesita aumentar la
información y combinar lo real y virtual” (Cabero, J. y Barroso, J., 2016,
p.49).
Desde esta perspectiva podemos decir que la RA facilita el
desarrollo de una metodología constructivista de enseñanza y aprendizaje,
puesto que el estudiante se convierte en una persona activa y hace sus propios
descubrimientos relacionando la información que se le presenta por las
diferentes vías y obteniendo sus propias inferencias y conclusiones.
Ejemplo de material
educativo
Pensar en RA para aplicarla en la educación sirve para
cumplir con el objetivo de promover interacciones muy significativas entre el
estudiante y el contenido, proporcionando ayudas que favorezcan la construcción
de conocimiento por parte del estudiante, y que de esa manera se logre el
aumento de la motivación de los alumnos hacia el aprendizaje, la utilidad para
los docentes de la realidad aumentada como recurso en su enseñanza y la mejora
en conjunto de los procesos de aprendizaje.